Siempre que la causa de la incontinencia esté en el sistema nervioso hablaremos de vejiga neurógena. No deben confundires con las causas psicológicas, presentes en otros tipos de incontinencias.
Tipos de vejiga neurógena
• Vejiga neurógena espástica o automática: la lesión se encuentra en la primera neurona motora (como en el caso de los parapléjicos de niveles altos), lo que deja indemne el arco reflejo miccional. Esto lo que quiere decir es que la vejiga mantiene su capacidad de llenado, y una vez que está llena se vacía de forma refleja. Por lo tanto la micción es inconsciente, periódica y completa, hasta el vaciado de la vejiga.
• Vejiga neurógena flácida o autónoma: por lesión de la segunda neurona motora, a nivel del sacro, como ocurre en las paraplejias bajas. Se daña el arco reflejo, por lo que la micción es inconsciente, pero desordenada e incompleta. Se produce por acumulación de orina en la vejiga, pero sin contracción del detrusor.
• Vejiga neurógena mixta: que tiene características mezcladas de las dos anteriores.
Fisioterapia en la vejiga neurógena
En ambos casos, la fisioterapia se basa en la educación del paciente para ayudarle a manejar sus ciclos miccionales.
• Fisioterapia en la vejiga neurógena espástica: el fisioterapeuta debe enseñar al paciente a reconocer los "signos de llamada", que son síntomas vegetativos que aparecen cuando su vejiga está llena, ya que el paciente no sentirá la sensación de llenado vesical. Estos signos pueden ser "carne de gallina", sudoración, escalofríos, dolores de cabeza...
Si el paciente es capaz de reconocer estos "signos de llamada", puede provocar su micción de manera refleja evitando orinarse posteriormente en el lugar o momento inapropiados. Esto se puede conseguir mediante golpeteos en la parte baja del estómago, mediante toques rectales o genitales.
• Fisioterapia en la vejiga neurógena flácida: como en este caso la micción refleja es imposible, el fisioterapeuta enseñará al paciente a vaciar su vejiga mediante la maniobra de Credé, que consiste en contraer su diafragma y abdominales para "exprimir" su vejiga en el lugar y momento adecuados. Como en este caso el riesgo de micción involuntaria se basa en la acumulación de orina en la vejiga, el fisioterapeuta debe también enseñar al paciente a mantener un ciclo de bebidas y micciones regular a lo largo del día, intentando provocar la micción cada dos o tres horas como máximo.